El dÃa del libro es una celebración catalana que la UNESCO ha extendido por todo el mundo (ejem) con una coletilla que hoy dÃa puede levantar más de una ceja: DÃa mundial del libro y del derecho de autor.
Pasaremos hoy discretamente sobre la cursiva, que tanto darÃa para discutir, y obviaremos también la distinción sexista que la fiesta hace en su forma original (rosas para ellas, libros para ellos). Qué poco polémico estoy hoy.
Puestos a depurar, casi también deberÃamos poner en cursiva la palabra libro. Al libro como formato, un taco de hojas impresas y encuadernadas, aún le queda larga vida pero la alternativa digital empieza a ser viable. La pantalla del ordenador sigue siendo demasiado agotadora para la lectura de textos largos, pero los dispositivos electrónicos empiezan a hacerse un hueco. No van a ser el regalo estrella de las próximas navidades. Ni de las siguientes. Pero están ya casi ahÃ, aún demasiado caros, aún con poquÃsimos tÃtulos en español, pero casi ahÃ.
Me estoy imaginando la cara de mi padre al desenvolver un Kindle el dÃa de Reyes… No, muchos lectores jamás darán el paso a digital asà los desollen, pero yo mismo veÃa aún muy lejano el dÃa en que le viera utilidad al lector de e-books (el diseño del libro de papel como artefacto es magnÃfico: barato, fácil de almacenar y manipular, sencillo de utilizar, óptima curva de aprendizaje…) y sin embargo me estoy encontrando muchas situaciones en las que leer libros en un aparato tan poco especÃfico como el iPhone es la mejor opción: una cola inesperada, lugares con poca luz, o la más tonta, no tienes un libro a mano. En esos casos descargarte El corazón de las tinieblas y ponerte a leer ocupa menos de un minuto.
Asà que vayamos a la raÃz, a lo esencial de la fiesta, que no son los derechos de autor ni la patria catalana ni el libro, sino la lectura.
El 23 de abril se conmemora la fecha de la muerte de Cervantes, Shakespeare y Garcilaso de la Vega, y la del nacimiento de Nabokov. Este año casi coincide también con la de James Graham Ballard, que falleció el pasado fin de semana. A Ballard le recordarán muchos por su obra más convencional, El imperio del sol, novela autobiográfica que Spielberg convirtió en pelÃcula. Otros lo recordarán por La exhibición de atrocidades, una novela de ciencia ficción que está mucho más allá (o mucho más aquÃ) de la ciencia ficción. Otros por Crash, novela que anticipa el ciberpunk y que también fue pelÃcula de David Cronenberg… Y a otros no les sonará de nada. Da igual. En muchas de sus novelas y relatos está la semilla de parte de la narrativa contemporánea y una radiografÃa de las fobias del fin de siglo. Puedes no haber leÃdo nada suyo, pero te habrás encontrado con su rastro más de una vez en las obras de otros.
Además describe con una plasticidad envidiable.
Asà que he elegido una recopilación de relatos suyos como primer regalo de este DÃa del Libro. Sà he dicho primer regalo, porque hay dos. Uno de ficción y otro de eso que las editoriales llaman tan ambiguamente no ficción.
El segundo me llegó hace unos dÃas de parte de Manolo López Vera y me parece de lo más oportuno por razones que no hará falta explicar. Se titula La crisis financiera. GuÃa para entenderla y explicarla. Sus autores, Juan Torres y Alberto Garzón, renuncian a sus derechos en una versión resumida y el colectivo Attac lo edita y distribuye gratis en pdf. Menos de cien páginas con argumentos claros que, entre otros, derriban el mito de que ‘nadie predijo esta crisis’.
Son los dos últimos libros que he descargado al iPhone, por si me da un apretón de leer. Se acabó el leer las etiquetas del champú en el baño. Viva la biblioteca de bolsillo.
Feliz dÃa del libro.
Descarga tu regalo
Si usas iPhone también deberÃas descargar este lector: Stanza
Actualización 2 mayo 2009
Algunos enlaces extra sobre Ballard:
- En qué creo, J G Ballard
- El hombre que inventó el futuro, Mariana EnrÃquez
- El top 6 de Ballard
Desde luego el mundo es un pañuelo
Gracias por el regalo del libro de Juan Torres, es colega de los economistas de la Hispalense con los q estamos trabajando en el proyecto Sobre capital y territorio.
MuchÃsimas gracias por un regalo tan bonito. Ya aprendÃa portugués suficiente con las etiquetas de champú. Voy a ver si me lo puedo grabar en mi i-pod ¡A leer!